Maritxu Otondo, una trayectoria que inicia el año 1993 con sus estudios de arte en la Universidad Católica de Chile y que transita investigando por infinidad de lugares del mundo como también por diversos lenguajes de las artes visuales. Con exhibiciones colectivas e individuales en Chile, Inglaterra y Alemania, reside hoy en Puerto Varas desde el año 2009. En la actualidad desarrolla lo que llama un ejercicio artístico que hace suya “la práctica de la pintura al aire libre como una experiencia trascendental de observación de su entorno” y plasmada por medio de la observación y la intensidad del color y sus infinitas variaciones, generando el desarrollo de un lenguaje profundamente, manual, retiniano y humano.

Su ejercicio apunta a guardar un momento de un lugar en el tiempo, transferido a través de pinceladas y modulaciones vibratorias que se proponen como una interpelación frente a la experiencia citadina contemporánea a la que se ve expuesto el espectador ante la masificación de la asepsia de las imágenes de la mercadotecnia, del diseño y las sobreabundante saturación de imágenes del paradigma visual del mundo digital. Sin duda su ejercicio y resultado es un aporte a la producción visual local y un llamado a mirar también a través de su mirada –o, como su mirada- el entorno vibratorio del territorio que regularmente recorremos.