OCTUBRE 2023
Galeria Machacoya
exposición "Muelles y Embarcaderos del Lago Llanquihue".
En nuestro territorio han sido a lo menos dos pueblos que debieron navegar para lograr su sobrevivencia y ampliar su mundo. Mucho antes de la llegada de los colonos europeos al lago, los isleños, originarios y mestizados, debieron recorrer extensas zonas marítimo-terrestres, por riberas del mar y lagos - que la ley hoy califica de dominio público- para llegar a exuberantes y ricos bosques y ríos para crear asentamientos y puertos no imaginados. Eran lugares de exigua exploración, de exuberante y desordenada abundancia de hierbas y árboles, como también esteros y ríos acaudalados, como también lagos de dimensiones inmensas. Uno de ellos de nombre: el Llanquihue, nombre otorgado por los pueblos originarios significando ‘lugar hundido’ y cuyo origen geológico se debe a la acción de grandes ríos de hielo que socavaron la cuenca, donde se acumuló el agua de los deshielos hacia el término de la última era glacial. Con una superficie de más de 800 kilómetros cuadrados ha de haber sido impresionante para los originarios, como después para los alemanes. Santiago de Chile con sus 838 km², cabe completamente en los 860 km² del lago. Desde cualquier punto alto de la zona se pueden ver los volcanes. El Osorno con su belleza de nieves eternas y el Calbuco, volcán del que se determina que ha tenido 12 ciclos eruptivos, y de los que hay registros los años 1917, 1960, y 2015, arrojando grandes cantidades de azufre y otras materias.
Antes de los muelles, "La Fundadora" fue la primera embarcación que navegara las aguas del Lago Llanquihue. Construida a fines del año 1852, era una embarcación pequeña, a vela, del tipo balandra y fue construida por orden de Vicente Pérez Rosales según decreto gubernamental. Su construcción se realizó en las orillas del lago, en el lugar denominado hasta hoy "La Fábrica". Ante la inexistencia de los muelles, también se construyeron dos botes o chalupas para llevar al remolque, destinados al embarque y desembarque de los pasajeros y enseres en los lugares donde era necesario recalar. Este velero realizo toda clase de servicios, trasladando a los recién llegados y viajes de emergencia y transporte de víveres y materiales. Realizaba viajes regulares saliendo desde Puerto Chico a lo menos 3 veces cada mes para llegar a Playa Maitén. Estaba ordenado que tenía que recalar en todos los puertos y playas donde estaban radicados los colonos. Para obtener un servicio expedito, los colonos que requerían su servicio, colocaban una bandera blanca en la playa, pues éste era el sistema del aviso o de señal. El transporte era sin costo para los colonos. Un buen número de naves mayores recorrieron el lago. El "Enriqueta" (1872), el "Clara" (1885), el "Llanquihue" (1894), el "Colonia" (1896), el "Santa Rosa" (1903), el "Bajos"(1907), el "Correo" (transformación del 'Bajos'), el "Condor" (1909), el "Chile" (1912), la Gaviota" (1926), además de muchas naves menores.
En Puerto Chico existían 2 muelles: el de la Sociedad Comercial Chile-Argentina y el de don Gustavo Schminke, con sus respectivas bodegas; en Puerto Grande (Varas) había también 2 muelles. Más al norte se encontraba el gran muelle de Llanquihue, en Totoral existían los muelles de Müller y Kretschmar; en Quebrada Honda de los señores Heim y Brandau; en Punta Larga siguen Hornig, Aichele, Wetzel y otros; en Frutillar había 4. En Playa Maqui el muelle de Schmidt y Kaschel; en Pichi Laguna el de Carlos Klocker; en Los Bajos existían 5 muelles. En la bahía de Octay, los muelles de Gádicke, Kusch, Loebel, Centinela y varios atracaderos. En Playa Maiten había 3 muelles. En Puerto Fonck los de Andler, Weisser, Püschel, Gebauer y Konrad; continuaban los muelles de Puerto Klocker hacia Río Blanco y Ensenada, dando la vuelta por Los Riscos y La Fábrica con varios muelles de importancia. En Playa Venado tenemos el muelle de los Tampe y en río Pescado el muelle Opitz; habían en también en La Poza y en Puerto Rosales.
Por mucho tiempo la mayor importancia del lago Llanquihue fue el ser ‘vaso comunicante’ entre las distancias y los lotes asignados a los colonos alemanes. El lago, peligroso en inviernos y temporales fue la conexión mucho antes que existieran huellas y caminos. Su oleaje y los vientos hicieron de los muelles la plataforma de posibilitar los embarques de carga y pasajeros, como también el avance en el domesticar de un territorio salvaje. Los muelles de los cuales aún quedan vestigios de sus maderas corroídas por los años e inviernos solo se nos reservan en las fotografías de aquellas épocas. Esta exhibición de fotografías quiere rendir tributo a esas obras y los maestros que la construyeron para facilitar el desarrollo de la zona.
IC 2023 (informaciones del libro "100 años de Navegación en el Lago Llanquihue" 1852-1952 de Don Emilio Held Winkler)